
Décimo octava jornada de Xaetae (10), Sorguerno.
Tras una campaña bélica que ha durado casi seis meses, los valientes soldados de Piedrahundida, dirigidos por Enyra Petreius y Fabrizio Orovecchio, regresan a su hogar. El Imperio de Malasthar ha intentado atacar al Reino de Shadaleen, de nuevo, mediante una estrategia de guerrillas orquestada por la generala Nêcraxia y el general Indalezius Dreedmist, pero los shadalenses han demostrado estar preparados para las ofensivas del imperio. Han muerto muchos buenos hombres en estos enfrentamientos, y un tratado de paz a última hora después de un misterioso atentado en el núcleo gubernamental de la República de Nerettea, nación vecina y completamente neutral, ha llevado a los dirigentes de Shadaleen y Malasthar a dejar de lado lo que les haya enfrentado de nuevo.
Cuando la misiva de retirada, expedida por el Emperador Janus Achgate II, llegó al campamento de los Orovecchio en el Bosque de Xalanth, el ánimo de los pelotones cayó por los suelos. Fabrizio Orovecchio fue a la guerra por el Imperio, sin aprobar los motivos que llevaban a ella, y tuvo que regresar cuando las dos potencias decidieron poner fin a su estúpido juego. Por el camino se han escuchado rumores sobre la desaparición de la generala Nêcraxia, pieza clave en la breve guerra.
Durante la campaña militar, Fabrizio, Draconio y Enyra han estado ausentes en Piedrahundida. A cargo de la administración de la ciudad se ha quedado Gerad, que ha contado con la ayuda de Leezar, Alim y Abelio todo este tiempo. O no, eso ya es cosa vuestra. El barón Fabrizio Orovecchio se encuentra sentado en la sala principal del baluarte de Piedrahundida. Suspira, se ha dado una buena ducha y ahora está listo para dirigir su baronía de nuevo. Pero está cansado, muy cansado, y un poco harto.
Como esto va a ser una narración compartida —y vosotros vais a llevar gran parte del peso—, os pregunto. Responded como consideréis y haced las preguntas convenientes al Director de juego y a vuestros compañeros. ¡Comenzamos!
- ¿Cómo es el baluarte de los Orovecchio? Hablad de su decoración, de su arquitectura.
- ¿Qué servicio tenéis contratado? En Malasthar la esclavitud no está penada pero tampoco se lleva.
- ¿Qué vais a hacer con Piedrahundida? ¿Qué planes tenéis para el futuro?
- Los que habéis estado de campaña... ¿cómo os ha ido? ¿Qué opinión tenéis del Imperio?
- Los que os habéis quedado en Piedrahundida. ¿Cómo ha ido la cosa todo este tiempo? ¿Los habitantes están contentos con la guerra, están en contra o les da igual?
- ¿Qué vais a proponer a Fabrizio?