[1x02] Capítulo segundo «Torre de Gustaffon»

[Enyra Petreius]

Tirada de Solvencia.



Éxito. De momento no paso hambre.

[Fabrizio Orovecchio]

- Hermano, no podemos mejorar toda la producción de golpe sin colapsar... Primero la panza llena, y luego nos centraremos en los demás materiales. Podríamos sostener la creación de una serrería este mes, quedandonos casi sin provisiones y haciendo obligatorio la mejora de granjas y campos el mes que viene...

No me sienta nada bien que Drake abra esa bocaza para soltar improperios. Respondo al comentario sobre el consejo de forma firme, clavando la mirada en sus ojos.

— ¡Draconio! El pueblo lo ha pasado mal en nuestra ausencia, y si bien esos Dominios nos viene bien, necesitamos elevar el ánimo con nuevas conquistas. — pego un sorbo de vino. Sé que le molesta horriblemente que le llamen por el nombre que le puso nuestro padre.

Escucho la réplica de Gerad, tan centrado como siempre, y aunque no dejo de refunfuñar, entiendo que dividir no es una buena idea.

— Está bien, está bien. Dejemos de lado el Robledal Pétreo, de todas formas no recuerdo que haya algo de interés, salvo aquellas ruinas élficas. ¿No lo saqueamos hace dos décadas? No lo recuerdo. Levantaremos una Serrería cerca de ese bosque parduzco que ha ido extendiéndose a lo largo del Río Isoph, al oeste de aquí.

Ahora enumero las acciones que va a tomar la Casa Orovecchio para el mes de Florel.

1. Mejorar el Líder, de Rango 1 a Rango 2. Coste: 18 PD, que tenéis que aportar todos.
2. Explorar las Ruinas Hombres Lagarto en busca de tesoros y riqueza. Esto requerirá una semana de tiempo y una tirada de Frialdad por parte de Enyra.
3. Construir un nuevo Dominio: Serrería. Coste: 4 Piedra.
4. Crear armamento para mejorar nuestro Ejército. Posibilidad de 66+ (no tenemos Armería). Coste: 1 Madera, 1 Piedra.

Además de todo esto, cuando Drake y Alim se marchan rumbo a Nidamore, les deseo lo mejor. No sé qué tendrá entre manos Alim con mi taciturno hermano, pero confío plenamente en él.

[Starkvind]

Actualización rápida:

Ahora que habéis realizado tiradas por Solvencia, los que las habéis superado tenéis que explicar por qué: sabéis administrar vuestro dinero, teniáis ahorros ocultos, habéis estado levantando dinero por lo bajinis de las arcas, etc.

Ahora los eventos pueden seguir sucediendo. La relación entre Drake y Bianca puede ser muy interesante, teniendo en cuenta la fogosidad de la viuda y la pesadumbre de Drake, que la imagen de la mujer de su amigo no para de rondar su mente. ¿Qué planes tiene Alim? Bianca Leone está muy contenta con lo que ha sucedido y es posible que se ponga a hacer preparativos que, de ser verdad, probablemente no hagan ninguna gracia a los Buelhorn.

Además, la evolución de Jiggalen Pamphilos mejora con el paso de los días. Se está volviendo un auténtico devoto a Ylathia y ha confesado sus pecados ante la soledad de Abelio.

Era mi noche de bodas... ¡y esa maldita ramera se acostó con su primo Sert! Yo me vengué compartiendo lecho con alguien... con una mujer como nunca jamás me había encontrado. Padre, he yacido con una iblisia albina... ¡que Ylathia acoja mi alma en su lecho!

Respecto a los demás que habéis quedado en Piedrahundida sin hacer acciones (Gerad y Leezar), seguid describiendo cómo va la cosa. ¿Cómo se sube de Rango un líder? ¿Qué hace Fabrizio para mejorar su estatus al mando? ¿Gerad va a investigar sobre ese misterioso anillo de la familia?

[Alim de Mostaganem]

Comencemos por lo más doloroso: la tirada de solvencia.



Möro, adoptado, muerto de hambre... A veces pienso que en esta familia voy a ritmo de dos pasos adelante, tres hacia atrás.

Mi Trama A: Malthus
Después del accidente, y pasados los primeros días en Piedrahundida, el arrogante arcanista empezó a sentir la comezón de la abstinencia. Después comprendí que satisfacer sus deseos más íntimos no le hubiera sido fácil por su cuenta, así que finalmente no lo quedó más remedio que acudir a nuestra Casa del Amor.

Allí me lo encontré, enfrentado a nuestro personal, que no sabía muy bien qué hacer con su petición: un pote de miel, otro de sebo, otro de gusanos, 20 cirios negros, un macho cabrío, unos pañales de su tamaño, un jovencito vestido de monaguillo y varios instrumentos de cuero de los que se usan en el burdel. Mantener mi cara de póker me costó concentrarme en todos mis años de tratar con todo tipo de gente, pero creo que ni siquiera se elevó la comisura de mis labios. Cuando le comenté que no permitíamos que nuestros niños fueran usados de esa manera, Malthus me lanzó su sonrisa (es increíble cómo una sonrisa puede expresar tan certeramente la idea de «¡menudos pueblerinos!») y me aseguró que el niño sólo ejecutaría funciones de asistente, pero que sus partes pudendas no serían tocadas ni expuestas. No pude evitar alzar una ceja por la sorpresa y la intriga, pero cedí. Di las órdenes necesarias para que se le sirviese todo lo pedido, y le acompañé a una de las mejores estancias de la Casa del Amor.

Sí, una de las mejores estancias... y de las mejor vigiladas. No pude resistir la tentación de espiar qué hacia el arrogante arcanista con aquella estrafalaria colección de requisitos... ¡Ylathia! He visto desde las cosas más hermosas a las más repugnantes y extrañas en mi vida, pero aquello... Aquello era diferente. Aquello no se movía en la misma escala entre lo común y lo raro, entre lo hermoso y repugnante. Aquello tenía que tener su propia escala, y... ¡Oh, Ylathia! Nunca podré borrar esas imágenes de mis ojos. ¡Si Abelio lo hubiera visto, habría insistido en la hoguera para purificar aquello! ¡Pero la hoguera para todo el burdel, porque habría que purificar en 100 varas a la redonda! Creo que jamás, JAMÁS, volveré a probar la miel. ¡Y aquellos gusanos...!

En fin, como no hay mal que por bien no venga, a la mañana siguiente hice algún sutil comentario a Malthus sobre sus... llamémoslo «gustos», que dejaba entrever que sabía lo que había pasado. Malthus mantuvo el porte de manera admirable, a pesar de sentirse notablemente incómodo. Pero dirigí la conversación de manera que pareciese empática y comprensiva. La lengua de Malthus fue soltándose poco a poco, e hice traer licor nidamoreo para ayudar en el proceso...

Usaré mi habilidad de «sonsacar». Tirada de HABILIDAD:

Y por usar la habilidad «sonsacar», tiro de nuevo un dado:

Este 7 sustituye al 5 de la primera tirada, así que el resultado es 16. +1 de mi característica de «Habilidad», total 17.

Malthus canta como un pajarito, y Alim escucha...

C O N T I N U A R Á

¡Eh, eh, que se me olvidaba! +1 a la tirada de habilidad por nuestra fe ylathiana, ¡total 18! No sólo canta como un pajarito, sino que va a pagar él todo el licor nidamóreo que se ha bebido

[Leezar Lockbruck]

*Tras el consejo y en vista de que no se requerirán mis servicios para nada en concreto en lo que queda de mes, es el momento de centrarme en la investigación de lo sucedido en la Torre de Gustaffon. De mi partida únicamente lo sabrá Fabrizio*

*Al día siguiente de la reunión, le llevo a Enyra el mapa para que la sirva en su exploración de los Humedales Infectos. La deseo suerte y la pediré de nuevo el libro que obtuvo en la torre, para ver si me puede ser de ayuda para atar cabos en la investigación de la torre*

*De un modo u otro (me deje o no el libro), recogeré mis pertenencias indispensables, entre ellas el Grimorio de Gustaffon y me dirijo con la única compañía de Mario a la Torre. Pasaré ahí lo que queda de mes estudiando el libro (o libros) e investigando más a fondo el lugar, en busca de cualquier e insignificante pista, pero sobre todo, me centraré en los libros (los que tengo conmigo más los que pueda haber en la torre aún)*

*Haré mi "base de operaciones" en los aposentos de Gustaffon, la zona más alta de la torre. Mario me ayudará en mi trabajo y haré que poco a poco aprenda los entresijos de la urdimbre, pero de momento a través de labores sencillas*

*Al segundo sótano, donde se encuentra Gustaffon contenido, solo lo visitaré cuando sea estrictamente necesario para comprender el conjuro potenciado de contención, pero nunca con Mario, pues considero que es peligroso que un niño humano tan pequeño pueda estar ahí abajo*

[Señor Máster, si se requiere que tire por algo relacionado con la investigación, el estudio del Grimorio o lo que sea, me dice]

*En el aspecto material y monetario, parece que algunos miembros del consejo han sufrido el duro golpe recibido a las arcas de Piedrahundida. Sin embargo, este no es mi caso. Como bien me enseñaron mis padres, más vale ahorrar que fundir, pues uno nunca sabe cuando llegarán las vacas flacas. Soy un enano de gustos sencillos y frugales, por lo que las riquezas solo me interesan para ser guardadas por si en un futuro son necesarias para solventar problemas mayores*

[Drake]

El consejito y sus consejiteros. Siempre igual, nada cambia, da igual a cuanta gente mate en nombre de esta casa, mi opinión no sirve para nada. Salvo... que sea suscrita por mi hermano pequeño. Supongo que mi culo no huele igual de bien que el de mis hermanos. En fin, al menos tendremos madera. Solo espero que esa incursión al sur no acabe mal. En primavera los lagartos suelen tener más actividad y eso no es bueno, yo me habría esperado al otoño o al invierno.

Florel
Durante la primera Semilla invertiré la mayor parte de mi tiempo en en la Biblioteca. Dedicare mis horas a investigar entre los libros a quienes se les pudo entregar dicho anillo. Por como es, creo que fue entregado en la época de Padre. El anillo en cuestión, siempre va conmigo, no hay mejor lugar para ocultarlo que yo mismo. Si doy con el libro de registro de a quienes fueron entregados, lo cotejare con las bajas en combate de la ultima guerra, veremos a quien a podido pertenecer. Toda información relevante se la comunicare en privado a Gerad.

El Sorguerno ha sido algo duro para la viuda de Nathan. Una familia numerosa sin el sustento que le pagaba el ejercito, es complicado de llevar. Por lo que la he entregado una suma generosa de mi propio bolsillo, Pamela pensara que es algún tipo de compensación por el fallecimiento de su marido.

¿Las intenciones de Bianca Leone? Drogarme para fornicar conmigo solo pueden tener dos motivos; fornicar conmigo o pretender quedarse en cinta. La verdad que por ahora no me preocupa, un flechazo a su vientre desde una distancia de 100 yardas no me resultaría complicado acertar. Por ahora tengo mejores cosas en las que pensar.

[Gerad]

El consejo ha terminado. Al final parece que las cuentas no se han ido de madre. Aunque hacer la serrería ahora sea jugar con fuego y quedarnos muy justos de material para posibles emergencias... Al final siempre acabo apoyando las propuestas de Drake para evitar que el y Fabrizio se saquen los ojos...

Lo primero mejorar el estatus de la casa Orovecchio, mejorando la imagen de nuestro líder. Una campaña de publicidad entre nuestro pueblo en todos los estratos sociales, y una cena de gala con las demás familias vasallas, haciendo un poco de maquillaje para que parezca que nuestro ejército y poblado es más próspero que nunca.

Mantener mis ahorros no ha sido muy complicado, ha sido fácil compensar gastos de caprichos para amortizar las necesidades. Pero mi hermano y sobrino están jodidos. Veremos como arreglarlo.

Mientras Alim no esté me encargaré de que a nuestros huespedes no les falte de nada, pero sin inmiscuirme en sus asuntos, parece que Alim se ha sabido ganar la confianza de Malthus y es una baza muy buena. Intentaré hablar con la pelirroja misteriosa, ya que también está en el castillo quizá haya que socializar un poco, y Drake está en la biblioteca enfrascado en la investigación... ¿Sabrá algo del anillo esta mujer?

(Sr, Narrador, intentaré hablar de buenas con Elisia y si veo que es posible (metaroleando creo que no xD) intentaré sonsacarla)

[Leezar Lockbruck]

*Mientras estoy enfrascado en mi investigación sobre el empleo de artes oscuras en la Torre de Gustaffon, me doy cuenta que esto llevará para largo. Esta conclusión me conduce a la necesidad de mantenerme informado de lo que sucede en Piedrahundida, como cuando Gerad nos hace llamar para celebrar los distintos consejos. Por ello, pienso en alguna forma rápida y eficaz de comunicación, que no requiera el trabajo humano*

*En uno de mis paseos por la torre a modo de descanso entre estudio y estudio, reparo en una gran balconada que posee la torre en su fachada oriental. Me acompaña Mario, quien en silencio observa cada sala y cada recoveco con la curiosidad propia de los niños humanos*

- Mario ¿tus padres no se dedican a la cría de esas serpientes aladas que pueblan los marjales?

- ¡Oh sí Mease Leezar! Mi padre es un gran experto en la cría de las Anfipteras y mi madre es la mejor a la hora de sacarlas el veneno para que no nos piquen cuando les quitamos sus ricos huevos *sonríe* la verdad es que echo de menos una buena tortilla de huevos de anfipteras...

*Levanto una mano y le hago callar*

- Comprendo, comprendo... pero ¿crees que sería posible adiestrar a esos animales para que sirvan como "palomas mensajeras"?

*El niño se queda pensativo*

- Pues... es muy posible señor, esos seres son muy inteligentes y con la paciencia y habilidad suficientes, seguro que podrían funcionar como mensajeras...

- ¡Perfecto! *exclamo y me giro junto a la balconada oriental hacia Mario* sé que echas de menos a tus padres, así que creo que puedo ofrecerte una opción que nos beneficiará a los dos y a todos los Marjales de Omudax, traer aquí a tus padres, para que vivan con nosotros y se ocupen de la cría de las Anfipteras, de modo que estos animales sirvan como medio de comunicación entre los asentamientos de Piedrahundida y además, como fuente de alimento para la Torre...

*La felicidad de Mario resulta excesiva y la verdad que contagiosa. A los pocos días, los padres de Mario: Maurice y Franccesca, llegan a la Torre, asentándose en el octavo nivel, junto a la balconada oriental, y comienzan a construir las jaulas que servirán para iniciar un nuevo y beneficioso sistema de mensajería para Piedrahundida*

[Starkvind]

Conversación con Malthus Haagenti en el Burdel

Usaré mi habilidad de «sonsacar». Tirada de HABILIDAD:

Y por usar la habilidad «sonsacar», tiro de nuevo un dado:

Este 7 sustituye al 5 de la primera tirada, así que el resultado es 16. +1 de mi característica de «Habilidad», total 17.

Malthus canta como un pajarito, y Alim escucha...

C O N T I N U A R Á

¡Eh, eh, que se me olvidaba! +1 a la tirada de habilidad por nuestra fe ylathiana, ¡total 18! No sólo canta como un pajarito, sino que va a pagar él todo el licor nidamóreo que se ha bebido

Como no he encontrado nada respecto a la identidad de Malthus en el chat, voy a seguir lo que dijo Enyra y hacer que sea un iblisio. Típico de los iblisios, ser brujos que hacen pactos con entidades demasiado poderosas a cambio de poder rápido. Además de tener unos gustos... repugnantes por decirlo limpia y rápidamente. En definitiva, Malthus Haagenti es un hombre repulsivo que ha ganado su puesto como arcanista imperial a base de demostrar que sabe mancharse las manos, pagando lo que sea: sea su alma o su dignidad.

— ¿Así que quieres saber cómo llegamos tan rápido, eh? — se jacta mientras bebe como un cerdo de la copa de vino. — Es muy sencillo, ujibo. La Urdimbre alberga muchos caminos naturales que se pueden usar para acelerar... las cosas. Yo las acelero, nunca me gusta esperar ni ir poco a poco, como me estáis haciendo ir aquí. — hace una pausa para fijarse en sus acompañantes. Uno de estos brutos está junto a la puerta, mientras que el otro está cerca, vigilando las escaleras de subida al piso superior. — Simplemente usé uno de ellos. ¡Que se jodan esos malditos elfos celestiales! Los cruces de Sylestria deben ser aprovechados por el Imperio, no se diga más.

La conversación continúa con un aburrido monólogo en el que Malthus adora y magnifica cada una de las tareas del Emperador Janus II. Tambien habla fatal de Nêcraxia y menosprecia sus habilidades como generala. Deja caer —no lo dice abiertamente— que él sabe perfectamente que Nêcraxia no estaba en ese dirigible puesto que había partido un par de días antes del accidente hacia las tierras al sur de Vilennea, en busca de un artefacto para el Emperador. Por mucho que los testigos del Aeródromo de Rhys jurasen que ella había embarcado, las fechas no encajan. Él ha venido a Piedrahundida en busca de otra persona, una mujer llamada Stasi Giovanni, acusada de cientos de asesinatos en las tierras de El Dominio, y sus contactos le confirmaron que se encontraba en el Estrella Brumosa. Así que quiere encontrarla de una buena vez para llevarla a Beslitz y cobrar la copiosa recompensa que ofrecen por la cabeza de esa villana.

Eso es toda la información que te suelta Malthus antes de pagar alegremente de más tus servicios como proveedor y todo el vino que se estaba consumiendo en el Burdel.

[Starkvind]

Investigación de Drake en la Biblioteca

Florel
Durante la primera Semilla invertiré la mayor parte de mi tiempo en en la Biblioteca. Dedicare mis horas a investigar entre los libros a quienes se les pudo entregar dicho anillo. Por como es, creo que fue entregado en la época de Padre. El anillo en cuestión, siempre va conmigo, no hay mejor lugar para ocultarlo que yo mismo. Si doy con el libro de registro de a quienes fueron entregados, lo cotejare con las bajas en combate de la ultima guerra, veremos a quien a podido pertenecer. Toda información relevante se la comunicare en privado a Gerad.

Cuando regresas de tu fogoso encuentro con la Donna Leone, en seguida te centras en investigar ese misterioso cuerpo femenino. Gerad ha preparado una de las celdas en las mazmorras del castillo lo suficientemente apartada y vacía para conservar el cadáver en un ataúd de madera. Todo esto se ha hecho con la más absoluta privacidad y es complicado que alguien se haya enterado.

Mientras la actividad bulle en el exterior con la presencia de Haagenti y sus brutos, los problemas de Riqueza de la familia y la recuperación de la plebe de los periodos de guerra, tú te pones a ojear tomos enormes y apolillados que albergan toda la información sobre tu estirpe desde que Isophius fundó la Fortaleza de Piedrahundida.

La región fue conquistada alrededor del año 700 C.E., pero los Orovecchio llevan gestionándola desde finales del siglo IX (973 C.E.). La larga lista de sucesores, alianzas, traiciones y casamientos te da bastante sueño, pero llegas a lo que te interesa: los familiares cercanos a Tadeo Orovecchio, muerto en Narjo del año 1241 C.E. y tu padre. No te parece que haya nadie interesante... hasta que encuentras una tía abuela de Tadeo que fue entregada en matrimonio a un noble shadalense sobre el año 1219 C.E., Viola Orovecchio; lo que más te sorprende de esta información es que la provincia a dónde fue a vivir esta mujer, los Claros de Bronwen, se encuentra a escasas horas de viaje del Bosque de Xalanth. ¿Podría haber tenido que ver? El apellido lo renunció a cambio del de su marido, Ignatio Giovanni.

[Starkvind]

Las responsabilidades de Gerad

Lo primero mejorar el estatus de la casa Orovecchio, mejorando la imagen de nuestro líder. Una campaña de publicidad entre nuestro pueblo en todos los estratos sociales, y una cena de gala con las demás familias vasallas, haciendo un poco de maquillaje para que parezca que nuestro ejército y poblado es más próspero que nunca.

Mientras Alim no esté me encargaré de que a nuestros huespedes no les falte de nada, pero sin inmiscuirme en sus asuntos, parece que Alim se ha sabido ganar la confianza de Malthus y es una baza muy buena. Intentaré hablar con la pelirroja misteriosa, ya que también está en el castillo quizá haya que socializar un poco, y Drake está en la biblioteca enfrascado en la investigación... ¿Sabrá algo del anillo esta mujer?

(Sr, Narrador, intentaré hablar de buenas con Elisia y si veo que es posible (metaroleando creo que no xD) intentaré sonsacarla)

Las celebraciones las lleváis a cabo justo en el momento en el que Leezar y Enyra se encuentran explorando sus zonas seleccionadas. No obstante, la disciplina que Enyra ha impartido a sus hombres hace que el desfile militar que precede al gran banquete sea ejecutado dignamente. Las casas vasallas agradecen la campaña de Enyra contra los hombres lagarto y su ausencia les hace coger algo más de confianza. Sin embargo, parece que la relación de vuestro líder, Fabrizio, con su mujer Paulina, está bastante áspera. En un momento de jolgorio y risas, la dama de la casa se levanta de su asiento y se marcha, provocando que Fabrizio abandone temporalmente la escena. Unos treinta LARGOS minutos después regresa y el banquete se reanuda, pero ya no está tan alegre.

Después de un par de días de alcohol y alegría, Gerad se recompone y se dirige a las mazmorras dónde está encerrada Elisia Jacenty. La mujer se ha mostrado estoica, sin mostrar un ápice de miedo o pavor ante la presencia de Malthus Haagenti o los interrogatorios a los que ha sido sometida. Cuando ve llegar a Gerad, clava su fría mirada en los ojos del joven de los Orovecchio, y pronuncia lo siguiente.

— ¿Vais a liberarme ya o queréis seguir haciéndome preguntas que no voy a saber responder?

Esta conversación va a ser dura y va a requerir una tirada de Habilidad por parte de Gerad para ver si te da algo de información. Asumo que por lo pronto no le has hablado del anillo, así que lo que pueda saber (si lo sabe) se revelará según tu resultado.

[Starkvind]

Luz carmesí sobre Leezar

*Tras el consejo y en vista de que no se requerirán mis servicios para nada en concreto en lo que queda de mes, es el momento de centrarme en la investigación de lo sucedido en la Torre de Gustaffon. De mi partida únicamente lo sabrá Fabrizio*

*De un modo u otro (me deje o no el libro), recogeré mis pertenencias indispensables, entre ellas el Grimorio de Gustaffon y me dirijo con la única compañía de Mario a la Torre. Pasaré ahí lo que queda de mes estudiando el libro (o libros) e investigando más a fondo el lugar, en busca de cualquier e insignificante pista, pero sobre todo, me centraré en los libros (los que tengo conmigo más los que pueda haber en la torre aún)*

*Haré mi "base de operaciones" en los aposentos de Gustaffon, la zona más alta de la torre. Mario me ayudará en mi trabajo y haré que poco a poco aprenda los entresijos de la urdimbre, pero de momento a través de labores sencillas*

*Al segundo sótano, donde se encuentra Gustaffon contenido, solo lo visitaré cuando sea estrictamente necesario para comprender el conjuro potenciado de contención, pero nunca con Mario, pues considero que es peligroso que un niño humano tan pequeño pueda estar ahí abajo*

No tardas en investigar todas las salas de la torre con cuidado. Tu aprendiz se está encargando de preparar la llegada de sus padres, los criadores de anfípteras, mientras tú recorres los salones y pasillos que antes pertenecieron a Gustaffon. Hay una presencia incómoda en todo el lugar, como si alguien te estuviera observando, pero lo achacas a la perturbadora presencia del mago encerrado en el sótano. Cuando ya llevas unos cinco o seis días, algo te despierta de sopetón por la noche. Es medianoche. La luna, Vaiel, brilla con un fulgor rojizo en el cielo estrellado. Y el lamento de un centenar de almas torturadas resuena por todo el claro que rodea la Torre de Gustaffon.

Te asomas por la balconada y ves que la torre ha sido rodeada por decenas de humanoides renqueantes, que avanzan lentamente hacia tus —ahora— dominios. Mario y sus padres están blancos de miedo, y las anfípteras están enloquecidas, revoloteando por toda la estancia dónde se encuentran.

Por lo pronto, requiero una tirada de Frialdad para ver cómo te desenvuelves en esta situación. Y a ver qué ideas para tratar con esta situación. Respecto a la investigación, pues de momento no has logrado nada. Estabas a punto de encontrar algo... pero ha pasado esto.

[Enyra Petreius]

Solvencia: antes de irme al frente pedí a Gerad que fuese guardando todas mis pagas como Blasón. Al volver pude comprobar que, aunque no fue una alta suma, me ayudó a paliar un poco la escasez que está pasando Piedrahundida.

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Es de noche, muy de noche. Todo el castillo está en silencio.

Alim, Gerad, Drake, Abelio y Lord Fabrizio sois arrancados de los brazos oníricos de forma brusca. Al despertar sobresaltados podéis comprobar aliviados que es Alessia quien os ha asustado. Os pide silencio y que la sigáis. No se moverá de vuestro lado hasta que os decidáis a hacerlo. Os vais uniendo uno a uno a esta pequeña e improvisada comitiva nocturna. Os lleva hasta la sala principal del baluarte. Entráis. Frente a vosotros estoy yo, al otro lado de la mesa y con un pequeño bulto sobre ella.

- Mi señora, me han comunicado que Leezar no se encuentra aquí. Mientras estábamos de expedición se ha marchado a la Torre de Gustaffon. Él solo.

- Maldito enano y maldita su imprudencia. *Suspiro y os miro* Mis disculpas sé que estas no son horas, pero acabamos de llegar de la expedición y lo que traigo conmigo no puede esperar. En los aposentos de Gustaffon encontré un diario. Abelio sabe de su existencia y mi idea era hacéroslo saber de otra forma pero no ha podido ser. *Miro a Abelio* Monseñor, no sabe lo que he encontrado allí...

Off Topic

Fundido en negro y veis una analepsis del viaje de Enyra

Junto a Alessia estudio a fondo el mapa que me ha dado Leezar. Pregunto entre mis hombres (y mujeres) que conforman nuestro pequeño ejército y selecciono a los 10 que mejor conozcan esa zona o hayan tenido anteriormente algún encuentro con los Hombre Lagarto. Su experiencia nos vendrá bien. Con todo preparado salimos de Piedrahundida a mediodía, para poder llegar allí a primera hora de la mañana. Como dije, Alessia viene conmigo. Portamos el blasón de los Orovecchio con orgullo, y éste ondea con el viento de la Semilla cuando atravesamos los caminos que nos separan de los marjales pantanosos dónde se encuentran las Ruinas Hombres Lagarto.

La presencia de estos abominables seres se va haciendo presente según avanzamos y nos vamos encontrando cuerpos medio devorados de aventureros, carros destruidos con sus contenidos saqueados y un montón de huellas recientes. Para colmo, la mañana se levantó brumosa, típico en esta estación, y es algo que no me gusta nada ya que limita la visión. Sabiendo el nivel de hostilidad que habían alcanzado esos reptiles cambio la formación a una más cerrada para que no quede ningún flanco abierto. Pero eso no evita caer en una emboscada.

Los Hombre Lagarto nunca han destacado por su inteligencia y por su habilidad manual, así que nos pilla por sorpresa que nos ataquen con espadas y lanzas. Luchan aguerridos y fieros, sin importarles su vida. Sin embargo, nuestra experiencia militar hace que acabemos con todos ellos y nosotros nos llevemos algún que otro rasguño. Al revisar sus pertenencias uno de mis exploradores encuentra un extraño ídolo entre las pertenencias de estos seres.

- No puede ser... *De entre mi ropaje saco un librillo pequeño y lo ojeo buscando algo* Así que es a esto a lo que se refería... ¡Buscad rastros! ¡Tienen un asentamiento en el centro de las ruinas! ¡Debemos encontrarlo!

- ¿Cómo lo sabe, mi señora?

- Me lo han chivado. *Digo agitando el diario. Me lo guardo de nuevo* Estad preparados, no bajéis la guardia.

Viajamos lentamente pero con seguridad a través del pantano. El agua es cada vez más lodosa y pestilente y, a pocos kilómetros de las Ruinas, escuchamos el ruido de cánticos y rugidos reptilianos. En sigilo nos abalanzámos sobre ellos acabando con esos ritos paganos. ¡POR YLATHIA! El combate es muy duro, pero logramos doblegar a esas salvajes criaturas. El chamán que dirigía el rito se enfrenta a nosotros perdido en una locura berserker, a lomos de su dragodrilo domesticado, pero no es un rival digno para mi y es reducido bajo mis habilidades de combate. Cuando le voy a asestar el golpe de gracia...

Algo me llama la atención. En el centro de la plaza derruida, dónde estaban llevando a cabo el rito, se encuentra una representación gigante del mismo ídolo que encontró el explorador.

De repente nos damos cuenta que nuestras manos comienzas a debilitarse, a otros le comienza a faltar el aire o a balbucear. Miro al chamán que no deja de reír. La bruma se levanta dejando ver que el suelo, que debería ser verde aceituna o marrón claro, es completamente rojo. Rojo como el musgo de la Torre de Gustaffon.

Off Topic

De vuelta a la sala principal del baluarte

- Salimos de allí como pudimos, arrastrándonos y ayudándonos unos a otros.

Hago un gesto con la mano a Alessia. Ella se acerca tirando de una soga. Al otro lado está el chamán lagarto, herido y magullado.

- Lo que encontramos en los sótanos de la Torre de Gustafon era el cuerpo del propio Gustaffon, sí. Pero no. Es una vasija. En sus últimos años de vida fue corrompido por un demonio que buscaba nuestras queridas semillas lodosas. Parece ser que son algo más que un opiáceo... Ese demonio ha estado usando a los Hombres Lagarto como buscadores de dichas semillas y me temo que el que estén más fieros que nunca es porque estén siendo azuzados por dicho demonio para salir de su prisión.

Me acerco a vosotros arrastrando el bulto sobre la mesa pero sin desvelarlo aún. De entre mis ropas saco un librillo y os lo muestro.

- Es el diario de Gustaffon. Ahí está todo lo que he contado. Abelio puede dar fe de ello, no lo he manipulado ni nada por el estilo. Si no hemos dicho nada antes es porque no queríamos alarmaros, pero visto esta situación me veo obligada a contarlo. Pero hay más. Lo último que recuerdo de aquella plaza es acercarme al ídolo. Bajo una de las ofrendas encontré esto.

Levanto la tela que cubre el bulto. Es parte de un viejo pendón de los Orovecchio.

[Enyra Petreius]

Me quedo pensativa un segundo y el terror se hace carne en mi rostro.

- En ningún momento se me habría ocurrido ir solo a la torre. No en tan pronto, al menos. Algo se podía intuir, no dejas encerredo algo porque sí. ¡Insensato!

Gruño y miro a Lord Fabrizio.

- Ese mago imprudente se ha ido solo, a una torre donde hay encerrado un demonio embaucador de magos... Por eso se fueron todos los magos. Hay que sacarlo de ahí, ya.

[Starkvind]

Orden de los sucesos durante el mes

Para que no haya cierta confusión, publico el orden en el que suceden los eventos descritos en este post.

• Día 1: Celebración de Año Nuevo. Reunión del Consejo.
• Día 4: Viaje de Alim y Drake hacia Nidamore, villa de la Casa Leone.
• Día 7: Regreso de Alim y Drake.
• Día 11: Celebraciones de los Orovecchio. Visita de Malthus Haagenti al Burdel.
• Día 12: Conversación de Alim con Malthus. Marcha de Leezar hacia la Torre de Gustaffon.
• Día 13: Visita de Gerad a Elisia. Expedición de Enyra hacia las Ruinas Hombres Lagarto.
• Día 15: Los padres de Mario llegan desde Villa Musgosa a la Torre de Gustaffon.
• Día 17: Por la noche, Luna Roja. Regreso de Enyra (de madrugada)

[Alim de Mostaganem]

Conversación con Malthus Haagenti en el Burdel

[...] ha venido a Piedrahundida en busca de otra persona, una mujer llamada Stasi Giovanni, acusada de cientos de asesinatos en las tierras de El Dominio, y sus contactos le confirmaron que se encontraba en el Estrella Brumosa. Así que quiere encontrarla de una buena vez para llevarla a Beslitz y cobrar la copiosa recompensa que ofrecen por la cabeza de esa villana.

Vale, pero en el momento que dice esto, le sonsaco una mínima descripción de la tal Stasi. Como mínimo quiero saber si es pelirroja. Y si lo es, ese mismo día se lo cuento todo a Enyra para que coja a la superviviente pelirroja del dirigible, que aún anda suelta por aquí, y la encierre en lugar seguro (te recuerdo que me encargué de que siempre estuviese vigilada, así que no se puede haber perdido o ido sin más). Luego informo al consejo. Y si la Stasi esa no es pelirroja... pues entonces nada, claro

En todo caso relato toda la historia de Malthus a todos los miembros del consejo, por supuesto. No entro en los detalles de los gustos de Malthus, no quiero revolver las tripas a nadie.

[Leezar Lockbruck]

*Observo desde la balconada cómo decenas de zombis se aproximan a la torre*

- Maldita sea... la corrupción de este lugar es mayor de lo que imaginaba...



*Observo el siniestro color que tiñe a Vaiel y mascullo para mis adentros. Escucho cómo mi caballo sale huyendo, relinchando, tirando del carro y arroyando a algunos de esos lentos seres hasta perderse*

- Mease Leezar ¿qué está sucediendo? *dice aterrado Mario tirando de mi túnica*

*Observo a Maurice y a Franccesca*

- Pase lo que pase, no bajéis de este piso ¿entendido?

*Los asustados padres de Mario asienten y tragan saliva. Cojo una de los alto candelabros con pata apagados de la sala en donde nos encontramos y la coloco en la balconada oriental donde estábamos montando el criadero de Anfipteras, que por suerte, es la que da en dirección a Piedrahundida*

- No debéis asustaros... *digo intentando transmitir calma a mis asustados acompañantes* por suerte, soy un mago especializado en estos menesteres...

*Termino de colocar el candelabro junto al pasamanos de la balconada, saco una luciérnaga de uno de mis zurrones y entono un sencillo conjuro de Luz. El candelabro comienza a brillar con intensidad desde lo alto de la torre*



- Bien... *me giro hacia los aterrorizados humanos* esta luz servirá como señal para todo aquél vigía que haga guardia esta noche... *pongo una mano sobre Maurice* eres el hombre de la familia, tendrás que cuidar de ellos... *miro a Mario* sabes cómo trazar el círculo mágico de invocación de materiales *le sonrío para quitar peso al asunto* bajaré de este piso para contener a esas criaturas el tiempo suficiente, mientras, traza el círculo en el suelo, junto a la puerta de acceso al piso donde nos encontramos ahora... el círculo servirá como plan B... *me dirijo a Franccesca* y tú, ocúpate de recoger mis pertrechos y meterlos en la mochila por favor, así como los vuestros... todo aquello que pueda transportar uno encima...

*Espero que tenerles distraídos les haga aliviar un poco el terror que atenaza sus corazones. Meto el Grimorio de Gustaffon en mi mochila personal y abro la puerta*

- Pase lo que pase, no abráis la puerta y manteneros en este piso... *digo antes de salir* pronto llegará la ayuda...

*Me marcho y cierro la puerta. Tengo dudas de mi última frase esperanzadora, pero eso es algo que mejor no compartir*



*Cuando estoy bajando las escaleras del séptimo piso (la balconada está en el octavo, siendo doce el total de pisos de la torre), escucho el eco de la puerta principal caer echa añicos*

*Bajo hasta el quinto piso y espero a que los no-muertos suban. Su paso es lento, pero quiero que todos esos seres entren en la torre, debo tener paciencia*

*Una voz resuena en mi cabeza y frunzo el ceño mientras espero la llegada de los horribles seres*

- ¡Sal de mi cabeza ser maligno! *sacudo mi cabeza y por un momento, solo por un momento, comprendo lo que Gustaffon debió sentir*

*Tirada de Frialdad*



Éxito parcial.

*La impaciencia comienza a hacer mella en mi voluntad. Ha pasado una hora ya desde el comienzo del ataque y la luz que invoqué ha debido de apagarse, sólo espero que alguien lo haya podido ver. Descuelgo la ballesta que siempre llevo a la espalda, un regalo de mi primo Thingrim Lockbruck de Faustheim, el muy cabronazo siempre me bromeaba que algún día la necesitaría pues de la magia nunca se puede fiar uno. La tenso y aguardo a que el primer engendro haga acto de presencia por el descansillo de la escalera*



*Cuando aparece el primero, disparo por reacción. Mi puntería es pésima y le doy en un brazo, lo que evidentemente no hace que frene su avance. Otros zombis emergen de las sombras junto al primero y sus quejidos se escuchan con claridad. Ya es hora de marcharse*

*Subo las escaleras todo lo rápido que mi estatura me permite, por suerte, la fortaleza enana no diferencia entre posiciones. Cuando alcanzo el piso superior, abro la puerta de la sala donde se encuentran mis acompañantes humanos sin mucha delicadeza, lo que ocasiona que tenga que esquivar la horca con la que Maurice intenta trincharme*

- ¡Papá es Leezar! *grita Mario y por suerte, su padre consigue controlarse antes de lanzarme otro ataque*

*Observo el círculo que Mario hizo en el suelo, como era de suponer, mi entrada apresurada ha provocado que el círculo dibujado con tiza se desdibuje, por lo que ahora es inservible y tendríamos que volver a dibujarlo. Atranco la puerta con una de las estanterías y me dirijo hacia la balconada*

*Vuelvo a entonar el conjuro de luz y consumo otra luciérnaga de mi zurrón de ingredientes mágicos para volver a encender el candelabro con una brillante luz blanca. Saco cuatro plumas y me vuelvo hacia mis asustados acompañantes*

- Bien, todos los no-muertos han entrado ya en la torre... *"o deberían" pienso* bien, bien... ¿os habéis preguntado alguna vez qué libertad deben de sentir vuestras anfípteras al volar? Bien, pues hoy lo vais a descubrir *sonrío para ganar un poco de confianza en lo que les voy a decir* voy a lanzar sobre nosotros cuatro un hechizo que nos permitirá descender de la torre como si fuésemos una ligera pluma... pero tras lanzar el conjuro, debemos correr hacia el borde de la balconada y saltar para que nuestra caída trace una diagonal descendente desde aquí y nos haga alejarnos de la torre lo más que podamos...

- ¡Oh si claro! Es una fantástica idea Mease Leezar *me interrumpe Mario, que de pronto parece entusiasmado con la idea como el chiquillo que es, algo que no comparten sus padres* con el impulso desde la torre, nos alejaremos lo bastante como para que los lentos no-muertos que hay dentro de la torre no les dé tiempo a reaccionar... *mira a sus padres y sonríe como un niño que quiera montarse en una de las atracciones para festividades creadas por los ingenieros enanos de Murodros, asiento al niño*

- Eso es... quedaros quietos y cuando termine el conjuro, agarremos cada uno la mano del otro y saltemos con carrerilla de la balconada...

*Maurice y Franccesca están muy asustados, pero deben de comprender que pocas alternativas existen, por lo que asienten y se mantienen callados. Yo les metí en este problema y yo les sacaré. Lanzo el conjuro de caída de pluma y consumo los ingredientes en el proceso. Pertrechados con las mochilas, saltamos de la balconada tras correr hacia ella y flotamos en diagonal descendente hacia los campos circundantes a la torre. Mientras descendemos, Maurice y Franccesca no paran de gritar asustados mientras Mario pronuncia exclamaciones de diversión, arrancándome casi en el proceso mi mano el cabeza de familia por aferrarse a ella como si se tratara de la propia vida. Silbo de la que bajamos y escudriño con mi vista de enano el suelo hacia el que nos aproximamos, por suerte, estamos lo suficientemente alejados de la torre como para que no haya ya más zombis, mi plan de distracción para conducir a los lentos engendros al interior de la torre funcionó*

*Cuando llegamos al suelo, Maurice y Franccesca se arrodillan en él y buscan retomar el aliento, mientras Mario da brincos alrededor de ellos pidiendo "más"*

*De entre unos escuálidos y secos árboles un ruido nos sobresalta y nos hace ponernos en guardia. Thingrim, mi caballo, sale apresurado tirando del carro, pero consigo calmarle. Al menos tengo más éxito en calmar al caballo que a los padres de Mario. Los tres humanos se sientan en la parte de atrás y tomo el control de las riendas... es hora de volver a Piedrahundida, y cuanto antes*

[Gerad]

Los problemas crecen desde que volvieron Fabrizio y los demás. Es cierto que me comía todos los marrones yo sólo, pero es que ahora la mierda se ha multiplicado...

Día 11: Celebraciones de los Orovecchio.

Lo que ha sucedido en la fiesta no se puede consentir. Paulina tiene una responsabilidad para la familia. Hablo con Fabrizio del tema al día siguiente, las repercusiones de su ausencia han sido pocas para lo que podía haber sido. Cuchicheos y rumores entre las demás familias de los problemas que tiene, y la falta de un hijo legítimo no ayuda... Con toda la sutileza que tengo le dejo caer a mi hermano mayor que o repara su relación con Paulina o los eventos sociales pueden volverse en nuestra contra. ¿Quizá sea el momento de rehacer su vida con otra esposa?

Día 13: Visita de Gerad a Elisia. Expedición de Enyra hacia las Ruinas Hombres Lagarto.

Tras despedir a la expedición de Enyra, y habiendo dejado las tareas asignadas a Bruto y Marco, decido dirigirme a los calabozos del castillo. La mierda que está tapando Drake es demasiado gorda, y quizá la pelirroja prisionera sepa algo. Al final mis intereses no son los del brujo ese, pero es cierto que al parecer no han sido capaces de sonsacarla, quizá con mano izquierda...

Entro a los calabozos con una petaca de buen licor y algo de tabaco. Me hago un gesto al guardia para que nos deje solos, y me siento en un taburete enfrente de su celda. Me desafía con la mirada. No tiene miedo. Joder, parece que está buscando ya mi punto débil, entiendo por qué no la han sonsacado, es una estratega. Veremos como sale la partida.

Lo primero darle el regalo. Lo dejo pegado a la celda para que pueda cogerlo pero lo ignora. Ni si quiera lo mira. Hija de puta, eres dura.

— ¿Vais a liberarme ya o queréis seguir haciéndome preguntas que no voy a saber responder? - Me dice. Desafiante. No se quiebra.

TIRADA DE HABILIDAD. ÉXITO ABSOLUTO +1 por Ylathia (Si mi habilidad ENGATUSAR DE BUENAS me da algún bono seguro que el 18 pasa a 19 )



- Me temo que no puedo liberaros al menos de momento. Pero bien es cierto que mis intereses son diferentes a los de la gente que ha venido a interrogaros continuamente. Soy Gerad Orovecchio, y la verdad es que sólo me preocupa mi pueblo, y mi familia, lo demás me importa una mierda. Sólo quiero información. Y creo que mi familia tiene algo que ver en todo este asunto aunque no lo sepamos. Me da igual que hacíais en el dirigible, sólo quiero proteger a mi familia, y a cambio podría hacer vuestra estancia aquí mas llevadera, señorita Jacenty. Puede que si su ayuda es muy productiva para los Orovecchio le deba hasta un buen favor.

Sonrío amablemente. Al menos he sido sincero, quizá en esta partida de ajedrez, eso sea lo más decisivo...

TIRADA EVENTO MENSUAL

[Starkvind]

Desenlace de la luna roja

*Tirada de Frialdad*



Éxito parcial.

*Subo las escaleras todo lo rápido que mi estatura me permite, por suerte, la fortaleza enana no diferencia entre posiciones. Cuando alcanzo el piso superior, abro la puerta de la sala donde se encuentran mis acompañantes humanos sin mucha delicadeza, lo que ocasiona que tenga que esquivar la horca con la que Maurice intenta trincharme*

- Bien, todos los no-muertos han entrado ya en la torre... *"o deberían" pienso* bien, bien... ¿os habéis preguntado alguna vez qué libertad deben de sentir vuestras anfípteras al volar? Bien, pues hoy lo vais a descubrir *sonrío para ganar un poco de confianza en lo que les voy a decir* voy a lanzar sobre nosotros cuatro un hechizo que nos permitirá descender de la torre como si fuésemos una ligera pluma... pero tras lanzar el conjuro, debemos correr hacia el borde de la balconada y saltar para que nuestra caída trace una diagonal descendente desde aquí y nos haga alejarnos de la torre lo más que podamos...

Voy a cambiar tu narración ya que lo que has narrado, según mi criterio, corresponde a un éxito completo y no uno parcial. Cuando estás haciendo la broma sobre las anfípteras, tres cadáveres animados entran por las ventanas del balcón y se abalanzan sobre Francesca y Mario. Maurice, en un acto de heroísmo, aparta al abyecto ser antes de que devore a su hijo y termina siendo la cena de dos de esos monstruos. En un ataque de pánico, a pesar de que crees mantener la calma, lanzas caída de pluma y te llevas a Mario contigo. Es cuando aterrizas en el lodazal cercano que te fijas en el hombro de tu ayudante, que tiene un mordisco supurante. Los muertos vivientes están dándose un festín con tu caballo, y no te queda otra que huir.

Para acelerar la narración y dejar a todo el grupo en un mismo lugar durante el día de hoy, vamos a poner que mientras avanzas por los Pantanos Isophius arrastrando casi el cuerpo febril de Mario y empapado entero de porquería, suciedad y fango maloliente, te encuentras con la avanzadilla que ha movilizado Enyra para rescatarte. Los ojos de la generala se clavan en tus pupilas, mezcla de decepción y odio, y los gritos de desesperación de los padres de tu ayudante aún resuenan en tu cabeza cuando dejáis atrás la Torre maldita de Gustaffon. Cuando te das cuenta, el grimorio de Gustaffon no está entre tus pertenencias. Con las prisas te lo dejaste encima de la mesa de la habitación del doceavo piso; aprietas los dientes, puesto que estabas a punto de descifrar el conjuro que usó el mago para tratar con ese malvado demonio. Tendrás que Explorar de nuevo la Torre, esta vez acompañado y bien armado.

[Starkvind]

La confesión de Elisia

Entro a los calabozos con una petaca de buen licor y algo de tabaco. Me hago un gesto al guardia para que nos deje solos, y me siento en un taburete enfrente de su celda. Me desafía con la mirada. No tiene miedo. Joder, parece que está buscando ya mi punto débil, entiendo por qué no la han sonsacado, es una estratega. Veremos como sale la partida.

Lo primero darle el regalo. Lo dejo pegado a la celda para que pueda cogerlo pero lo ignora. Ni si quiera lo mira. Hija de puta, eres dura.

— ¿Vais a liberarme ya o queréis seguir haciéndome preguntas que no voy a saber responder? Me dice. Desafiante. No se quiebra.

TIRADA DE HABILIDAD. ÉXITO ABSOLUTO +1 por Ylathia (Si mi habilidad ENGATUSAR DE BUENAS me da algún bono seguro que el 18 pasa a 19 )



- Me temo que no puedo liberaros al menos de momento. Pero bien es cierto que mis intereses son diferentes a los de la gente que ha venido a interrogaros continuamente. Soy Gerad Orovecchio, y la verdad es que sólo me preocupa mi pueblo, y mi familia, lo demás me importa una mierda. Sólo quiero información. Y creo que mi familia tiene algo que ver en todo este asunto aunque no lo sepamos. Me da igual que hacíais en el dirigible, sólo quiero proteger a mi familia, y a cambio podría hacer vuestra estancia aquí mas llevadera, señorita Jacenty. Puede que si su ayuda es muy productiva para los Orovecchio le deba hasta un buen favor.

Sonrío amablemente. Al menos he sido sincero, quizá en esta partida de ajedrez, eso sea lo más decisivo...

Primero indicarte que las Habilidades son para repetir uno de los dados tirados. Si quieres descartar el 8 y volver a tirar, es arriesgado pero en tus manos queda. No obstante, teniendo en cuenta lo que sabe Elisia, te va a contestar con total sinceridad.

— Mira, llega un punto en tu vida en que la diplomacia, las palabras y todas estas tonterías dejan de tener sentido. Si soy una prisionera, decídmelo y juzgadme bajo vuestras leyes malasthinas. Si no lo soy, dejadme que me marche. — hace una pausa y acepta el licor. Da un trago sin quitarte la mirada. — Estaba acompañando a un viejo amigo, Fëanâro Vardamir. Nos conocimos en Gha, mientras llevaba a cabo su peregrinación en honor de Ylathia. Fue un sinvergüenza cuando me abandonó y sigue siendo un sinvergüenza, pero es mi amigo. Y tiene algo que debemos solucionar, así que cuanto antes me saquéis de aquí, antes podré buscarle. — hace otra pausa y se da cuenta de lo que está diciendo. Parece que recuerda algo.— Oh... vaya... espera un segundo... pero... ¿habéis encontrado más supervivientes en el accidente...?

Se queda taciturna, en silencio. Te mira a los ojos. Atisbas una gota muy pequeña de lágrimas. Suspira.

— No he tenido nada que ver con el accidente. Me colé en ese dirigible para llegar a Gha. — pega otro trago. — Pensaba escaquearme en el Aeródromo de Selianda, pero...

Se queda en silencio y no te dice nada más. Si intentas seguir sonsacándole información, te pedirá que te marches.