- Ya era hora.
Doy dos pasos adelante y los guardias que hacen de cordón humano mantienen la posición.
Como ya indiqué antes todos los soldados que no se marcharon al principio de todo este lío son fieles a la Familia Orovecchio. Su discurso no hace mella en ellos. Los intentos que hace Abelio por intentar convencerme no surten efecto.Abelio Floricarpio wrote: 29 Aug 2019, 23:10 Abelio es muy convincente, lleva años dando misas, sabe hablar, y algunos soldados sucumben al discurso, y a que entre los flagelantes tienen hermanos, cuñados e hijos. Y todos profesan la misma religion.
Otros resisten firmes junto a su capitana. Pero esto parece minar la confianza general de la tropa.
Oigo una voz familiar, la busco con la mirada. Al ver que es Alim le dejo pasar. Se acerca y es cuando me cuenta todo su plan. Asiento con la cabeza y nos acercamos a Abelio. Los soldados están lo suficientemente lejos como para no distinguir bien lo que se dice en una conversación a tono normal, así que todo lo descrito por el hijo postizo de Fabrizio tiene lugar, pero en el exterior (por dar coherencia con lo último que ha puesto Abelio). Yo me quedo un poco apartada, lejos pero cerca, a varios pasos.Alim de Mostaganem wrote: 30 Aug 2019, 10:06 —¡Enyra! ¡Mi señora! —le grito, haciendo gestos de que me permita acercarme.
La sonrisa es porque pienso que mis tortazos podrían ser más productivos porque serían más fuertes.Alim de Mostaganem wrote: 30 Aug 2019, 10:06 Enyra pone cara de sorpresa, y no puede evitar que una sonrisa acabe aflorando a sus labios.
- Esto comienza a cansarme, Monseñor Abelio. Lo intentaste, ujibo. Ahora le toca a los mayores tomar el control.Abelio Floricarpio wrote: 30 Aug 2019, 15:11 Agarro fuerte a Alim tras las bofetadas .
A marabunta humana está desquiciada, gritando, haciendo frente a la Guardia.
"Alim, muchacho.... ¿¡Que dices que ha pasado?! Loco!!! Locoooooo!!!! La única posibilidad de esta población de prosperar, de enriquecerse, de vencer a las poblaciones vecinas que nos hostigan!!! ¿has olvidado ya la mano de tu padrastro? Débil. Ere débil y cobarde!!! Tu maldita fe afeminados de multidioses es DEBIL!!!! Y lo has demostrado. Ladina ratilla de palacio!!!
Con Ella hubiésemos tenido de todo. ¿Que tenemos ahora? Nada.
¿una comedora de corazones? ... "
Sollozo sangre, las monedas caen de mis ojos que son 2 ampollas quemadas y ciegas.
"... dime Ujibo.... ¿existe de verdad algún Dios? ¿Dios es la palabra? La FE es el único Dios. Y esta gente, tenía FE . ¿Que tienen ahora? Hambre, miedo, odio, pobreza.
¿crees que Leezar puede dar de comer a toda esta gente con un hechizo? ¿crees que Gerad elegirá bien el próximo mes? ¿Enyra ha conquistado algo?
¿va a ser Piedra Hundida el burdel del viejo Fabrizio por siempre? Mirale... le quiero....es mi primo... Pero su gobierno está muerto. Sólo ocurren desgracias. Y mira su hermano Draconio, sólo ha traído deshonra y su vida cuelga de un hilo, siempre está tan borracho que no ganará su duelo y rechazo una boda de interés sin polémicas.
¿quieres todo esto? ¿crees que quedará algo por heredar chaval? Sólo ruinas!!!! Yo ya no veo, he perdido mis ojos, y también es culpa vuestra!!! "
((Tenéis que imaginaros la escena a cámara lenta)) Me acerco hacia el que fue el pastor de los pobres habitantes de Piedrahundida.
- Toda una vida dedicada al sacerdocio y a Ylathia tiradas a la basura y que acabe así...
Abelio balbucea cosas sin sentido. Señala el pozo, "musgo rojo" musita, pero al mirar no hay nada. Sigo avanzando. "La sangre de la santa", dice después y comienza a tocar sus ropajes; quitando la suciedad que caracteriza su sotana no hay nada más. Dice mi nombre y cosas como que clavarán mi cabeza en una pica. No me amedrenta y continuo andando. Se toca la cara de forma paranoica, nervioso; pero no hay nada. Sigo avanzando. Ya casi a su altura señala a la muchedumbre susurrando "Abajo con los falsos Orovecchio". Él ha caído sobre sus rodillas, me encuentro a su espalda. Cojo aire y empuño mi espada, con un movimiento rápido y certero le asesto un gran golpe en la nuca del loco predicador.
Silencio y fundido en negro para Abelio.

Así mira Enyra a Abelio.
Cae el suelo, inconsciente. De sus manos cae un gran puñado de semillas lodosas y de la boca le caen babas negras de haber ingerido una gran cantidad de ellas, quizá por que farfullaba mientras me acercaba eran alucinaciones de lo que estaba pasando. Le ato de pies y manos y le amordazo. Pego un gran silbido y hago un gesto circular con mi mano a un grupo de guardias. Varios se acercan con una camilla para llevárselo. Cuando llegan les digo:
- Tiene llagas en los ojos y están ensangrentados. No sé si recuperará la vista. Tratadle bien, pero no le desatéis ni le quitéis la mordaza, ¿entendido? Alessia os acompañará y me mantendrá informada.
Me acerco a Alim.
- Alim *te das cuenta de que es la primera vez que no me dirijo a ti con el sobrenombre de "ujibo"*, le prometí un juicio justo. Soy una mujer de palabra. Ha obrado mal, ha perdido la cabeza y no sé si volverá a ser el de antes, pero es de la familia, al fin y al cabo. Alessia estará con él en todo momento y no le dejará ni a sol ni a sombra. Yo me quedaré por aquí hasta que todo esto se tranquilice. Mañana, si todo va bien, levantaré el el Protocolo Masamadre. Dile al resto del consejo que esta noche nos reuniremos. Tu puedes quedarte y ser la cara visible de la Familia conmigo o marchar. Eres libre de hacer lo que quieras.
Doy un par de pasos pero me giro hacia él.
- ¿Y se puede saber qué coño ha sido esa explosión? Más os vale que me contéis qué ha sido de verdad y nada de que ha sido la santa salvando la ciudad.
Si Alim decide o no contarle algo es libre de hacerlo, pero cuando llegue Alessia se lo contará igualmente. Y no le va a gustar nada que los barriles hayan explotado por un descuido de Leezar... ya es la segunda vez que la lía por un descuido y Enyra no da terceras oportunidades (como habéis podido comprobar).