Recuerdos de un pasado lejano, parte dos.
El ambiente en el torneo era vibrante, la organización hacia lo que podía para hacer cumplir los horarios programados. Eran muy estrictos en su trabajo, no en vano se trataba del
Gran Torneo Imperial. Por más que le suplique al encargado, en mis condiciones no se me permitía combatir contra
Sir Wilald Breakbright, pero no seria el único que no lo haría esa mañana.
Quise ver de primera mano las intenciones de
Wilald al dejarme fuera del torneo así que me quede a observar el espectáculo desde la distancia.
Condas Maltan, un famoso caballero del norte del imperio de una región cercana a las
Cámaras de Varlyna, esperaba en la arena. Él estaba en nuestro grupo esperando a su oponente y
Wilald no le quitaba ojo. Tras la larga espera,
Condas fue proclamado vencedor por la ausencia de su oponente.
Sir Condas Maltan
El siguiente combate seria
Sir Condas Maltan contra
Sir Wilald Breakbright. Ese era el motivo, forzar el emparejamiento para poder luchar juntos. La gente cuchicheaba rivalidades entre las dos casas, lo oportuno del encuentro y las fanfarronadas que los hombres de
Wilald habían soltado de taberna en taberna.
Sir Condas era mayor, los había más mayores que él en el torneo, pero claramente doblaba la edad a la gran mayoría de participantes.
El combate iba a empezar.
Wilald estaba que no cabía en si y antes del combate empezó a soltar una cháchara sobre algún tipo de afrenta del pasado que no pude escuchar. En el
Gran Torneo Imperial no se permiten los ajustes de cuentas por lo que este tipo de discursos suelen ser acallados rápidamente con el ruido de las trompetas y el inicio del combate.
Sir Condas Maltan desenvaino su espada y con la misma, volvió a envainarla.
Wilald había ganado.
Condas se había rindió. Los gritos de
Wilald sonaban de fondo mientras alguna gente del publico aplaudía a
Condas mientras se iba.
Sir Condas Maltan quiso compensarnos por todo lo sucedido, tanto a mi como a
Nathan Waterbow, el oponente de
Condas que no pudo presentarse. Nos invito a su caserío al norte de
Beslitz a las afueras de la ciudad y nos ofreció hospedaje hasta reponernos de nuestras heridas.
Durante la cena con la familia
Maltan se escucharon gritos provenientes del patio.
Wilald y sus hombres, antorchas y espadas en mano, buscaban venganza.
Condas fue conciso.
— Frea debéis iros.
— ¿Pero padre, que sucede?
— Esto solo me atañe a mi. Drake y Nathan te escoltaran hasta el norte.
— Ni hablar mi señor, lucharemos junto a usted. Estamos bien, podemos combatir.
— Es un favor que os pido, esto es algo que solo me atañe a mi. Ese hombre solo busca mi desgracia por algo que yo hice y solo yo he de pagar por ello. Por eso os pido que escoltéis a Frea hasta el norte. Lo solucionare y volveremos a vernos. Os lo prometo.
Fue difícil convencer a
Frea de abandonar a su padre pero no tuvo más remedio. Huimos en la noche mientras el caserío ardía,
Condas a lo lejos, exigía un duelo uno a uno contra
Wilald, lo mataron como a un perro.
El viaje hacia el Norte fue largo, las tierras de
Frea Maltan estaban bastante lejos. Fueron tantos días que el luto acabo pasando. Eramos jóvenes y
Frea era simplemente preciosa. Fueron tantas noches compartiendo cama que al final fue inevitable.
Frea fue mi primera vez. Nunca supe si ella sentía lo mismo por mi.
Nathan era un escudero de baja familia y al final se convirtió en un gran amigo. Al devolver a
Frea con su familia, la juramos que volveríamos a inscribirnos al
Gran Torneo Imperial y haríamos justicia.
Cuatro años después, ahí estábamos
Nathan y yo, pero sin rastro de
Frea. Fuimos ganando los primeros combates hasta llegar a la fase de
combates hasta el fin. Y ahí estábamos, deseando ser emparejados con el bastardo de
Sir Wilald Breakbright. Por suerte, entramos los tres en el mismo grupo. Teníamos dos oportunidades para hacer justicia a la casa
Maltan.
Nathan no llego a poder luchar contra
Wilald,por desgracia fue derrotado antes. Todo el peso quedo en mis manos y justo antes del combate apareció.
— Hazlo por mi, por él. Esta es su espada Murmullo Nervudo... solía decir que sabiéndola hacer murmullar, su nervio de acero era capaz de atravesar cualquier armadura con una estocada. Úsala.
Frea desapareció, pero tenia razón. No podía dar ninguna oportunidad a
Wilald de rendirse, tenia que matarlo en el acto. El muy fanfarrón ni se acordó de mi al verme. Pero su mirada recordó mi cara cuando la vida se le escapaba por el cuello. Tenia razón. Esa espada era capaz de ensartar cualquier armadura fácilmente.
No gane el torneo y no volví a ver a
Frea. Con el tiempo escuche que se había casado con un noble de buena familia.
El torneo solía utilizarse para nombras nuevo caballeros. Gracias a la casa
Maltan y su influencia la historia de justicia había llegado a oídos del Emperador y fui nombrado caballero.
Nathan no sabia muy bien que hacer, su linaje había perdido los pocos privilegios que tenia en estos últimos cuatro años y el hombre ya solo deseaba tener una vida tranquila. Le ofrecí venir a
PiedraHundida, no hay sitio más tranquilo.
El Murmurllo contra el Sol.
Tirada de Frialdad (+1)
Beneficio de La Espada (+2) por Rango
a todas las tiradas relacionadas con combate
Éxito completo