El Murmurllo contra el Sol.
Drake wrote: 24 Nov 2019, 23:44
Tirada de Frialdad (+1)
Beneficio de La Espada (+2) por Rango
a todas las tiradas relacionadas con combate
Éxito completo
Off Topic
No entiendo por que puse un +6 a la tirada, pero bueno. Quizas venga por la habilidad Duelos a espada que en Truñotonico se sumaban a la tirada. Pero bueno, siendo Frialdad (+1) y Rango 2 serian; 1+(2x2)=5. Igualmente sigue siendo un Éxito completo.
Starkvind wrote: 17 Nov 2019, 22:46
La partesana «
Sol negro» choca contra la espada de
Drake, desestabilizándolo durante un instante.
Josah carga como un toro encabritado, haciendo largos movimientos con su arma y atosigando a su rival. En las gradas,
Fabrizio respira de forma acelerada. Ni siquiera el tacto de su sacerdotisa,
Scheziss, es capaz de tranquilizar al líder de los
Orovecchio.
Sol negro volvió a temblar tras chocar con el arma de
Drake.
La cabeza me va a mil revoluciones, son demasiadas cosas en las que pensar. Me he preparado durante semanas para este preciso momento pero no me imaginaba este sucio y miserable chantaje de los
Buelhorn. ¿He visto bien, no? ¿Realmente esta embarazada?
Reacciono a los embistes de
Sol Negro como de forma mecánica.
Josah Buelhorn es fuerte, pero tosco. Mueve su partesana con rapidez haciendo arcos y movimientos circulares con ella, definiendo así una linea clara que no se puede traspasar. Pero él, no es tan rápido. Puedo girar a su alrededor con facilidad y si me alejo, le cuesta arrancar la embestida hacia mi. Es lento.
Eso me da tiempo a meditar la situación. Una ojeada más clara me deja verlo claramente.
Paulina apenas se mueve, ajena al combate mantiene los ojos cerrados y una expresión de terror, y sí, claramente esta embarazada.
Demetrius en cambio, no me quita ojo. Desde donde esta es imposible que
Fabrizio los vea, señalarlos podría ser un error fatal, un solo descuido y esa lanza podría partirme en dos.
— Deja de mirarlos y mírame a mi, maldito Orovecchio. El bastardo desagradecido de tu hermano resulto que al final si tenia semilla en sus minisculos y marchitos huevos. Mira que cara, ni tu te lo esperabas ¿eh?
¿Realmente la esta amenazando o solo es un truco para tenerme distraído? No creo que estén tan locos como para matarla delante de todo el mundo ¿O sí?
— Por suerte hoy, sea como sea, habrá un Orovecchio menos en este maldito mundo.
El embiste de
Sol Negro cada vez es más fuerte, no se cansa. Sí sigo sin actuar, esos golpes me dejaran sin fuerza los brazos y no podre hacer
murmullar al nervudo.
Me concentro y dejo de oír al gentío de las gradas y las provocaciones de
Josah Buelhorn. Hagan lo que hagan a
Paulina, no esta en mi mano. Simplemente no puedo morir a manos de este bastardo.
Desde el cielo cae la punta tapando por un momento el sol y haciendo honor a su nombre, pero es bloqueada arrastrada contra el suelo. Sin guardia
Josah Buelhorn recibe su primera estocada en un costado. Las primeras gotas de sangre hacen bramar el anfiteatro.
Cada uno empieza a entender el juego del otro y poco a poco los cortes van apareciendo en nuestros cuerpos. En una de ellas, el
Sol Negro quemo mi mejilla cortando la tira del parcha y dejando al aire mi tullido ojo.
— Deja de moverte gusano tuerto y muérete de una vez.
El enfado de
Josah cada vez es mayor, su boca esta apunto de echar bilis entre los dientes. Pensaba que seria más fácil pero no. Al fondo de la grada, su hermano comparte su expresión.
Josah empieza a girar a gran velocidad sobre si mismo moviendo con elegancia la partesana. La sangre que sale de sus heridas pinta levemente el suelo al girar. Su gran impacto hace vibrar al
Nervudo haciendo que pierda el equilibrio justo cuando un segundo golpe del otro extremo de la lanza cercena desde abajo parte de mi clavícula y hace saltar la hombrera de mi armadura.
— ¡Ves Fabrizio! ¡¿Lo ves!? ¿Lo ves bien? Este tendrías que ser tu y no el desgraciado de tu hermano. Él no tiene culpa de que os pariera la misma ramera.
La sangre empapa mi pecho y mi pierna. De rodillas intentando mantener la postura mientras oigo gritar a
Josah. Todo el publico esta de pies. El golpe de gracia sentenciara el combate.
Un momento, no hay ningún guardia de los
Buelhorn al rededor. No lo ha habido durante todo el combate ¿Donde están?
Nada más comenzar el combate, una unidad de unos 30 guardias de la casa
Buelhorn se dirigieron sin dudar a
La panza reluciente de Mushuki. La llegada de los
Orovecchio y un par de monedas a un empleado de la taberna revelaron que
Uragana se encontraba ahí.
Sin mediar palabra uno de los dos hombres que acompañaban a
Alessia callo al suelo muerto. Los soldados volvieron a exigir que entregasen a
Uragana.
Alessia no tuvo más remedio que entregarla.
— Tu arrogancia te hizo perder una mano. Pero tu inmensa idiotez y prepotencia hará que ahora pierdas un hermano.
Fabrizio mira con seriedad, como sabiendo que esto podría pasar.
Josah alza la partesana sobre su cabeza con las dos manos. Aun tengo fuerzas para empuñar la espada. La muchedumbre ya no se oye, solo un ligero murmullo. El
Nervudo yace en la garganta de
Josah, asomando ligeramente por su nuca. Su lanza cae al suelo a su espalda.
Desde el fondo, un brillo.
Demetrius clava sin miramientos el filo de su daga varias veces en el vientre de su hermana.
Mi pie desencaja el cadaver de
Josah de mi espada y este cae pesadamente sobre el suelo.
— ¡¡Fabrizio es Paulina en la grada, rápido!!
Corro hacia la grada, el publico no entiende que sucede cuando unos gritos se oyen en lo más alto. Un corro deja ver a
Paulina tendida en el suelo y como la sangre brota sin cesar.
Corro detrás de
Demetrius que ha abandonado el anfiteatro. Lo busco por donde se ha ido dejando un reguero de sangre tras de mi.
Corro todo lo que puedo por los callejones, pero después de haber subido todas las escaleras de las gradas, voy más pesado, sin aliento, sin fuerza.
A la vuelta de un estrecho callejón lo veo, subiéndose a un carruaje con un semblante serio. En el carruaje el emblema de los
Buelhorn. Intento acercarme al carro mientras se marcha, no puedo.
Mis piernas tiemblan y caigo de bruces contra el suelo.
Tengo sueño y frito.